miércoles, 4 de mayo de 2011

¿Cómo y hasta dónde es posible pensar distinto?

¿Qué es la filosofía hoy –quiero decir la actividad filosófica– si no el trabajo crítico del pensamiento sobre sí mismo? ¿Y si no consiste, en vez de legitimar lo que ya se sabe, en emprender el saber de cómo y hasta dónde es posible pensar distinto? Siempre hay algo de irrisorio en el discurso filosófico cuando, desde el exterior, quiere ordenar a los demás, decirles dónde esta su verdad y cómo encontrarla.”
Foucault, M., El uso de los placeres, p. 12

En este contexto la pregunta emblemática de Foucault, ¿cómo y hasta dónde es posible pensar distinto?, (Foucault, 1988) orienta el pensamiento, lo pone en relación consigo mismo, moviliza al quien que piensa al punto de confrontarlo con su anhelo de mutación con las movilidades propia del pensar.

El pensamiento como actividad productiva: pensar no es conocer

La afirmación del pensamiento-creación, abre nuevas dimensiones. El pensamiento en su despliegue poetiza, crea realidad. Intensifica la relación con uno mismo, con los demás y con el mundo. Modifica las condiciones de existencia mentales, espirituales y materiales. Genera nuevas posibilidades de vida.

Pensar es crear, configurar. El pensamiento disuelve su alianza con las cosas, con los objetos, con el sujeto cognoscente y el ideal de verdad, se imbrica a la experiencia y ésta adquiere un valor peculiar.
El sentido y el valor del pensamiento reside en su capacidad configurante y relacional: en su potencia de obrar.

El pensamiento creativo se vuelve acción. Se modifica así, el sentido y el valor de la acción.

La acción pierde las características que hicieron de ella un mero operar en el plano de los objetos, regido por la conducción inmediata de un imperativo movilizador.

Cuando decimos pensamiento-acción decimos realización, efectuación del pensamiento. La acción expresa la potencia del pensar, los flujos deseantes que se despliegan en las múltiples producciones que hacen una vida.

El pensamiento imbricado a la acción se efectúa en la experiencia, hace de la acción un ejercicio expresivo de libertad.

Política Afectiva

1 comentario:

  1. Una pregunta un poco al margen, pero que me carcome el cerebro:
    Por qué pensamos así ahora? Por qué en estos momentos se nos ocurre que todo puede ser diferente y no lo hicimos hace 50, 100, o 200 años atrás? Qué tiene que ver esta nueva manera de pensar con el desarrollo de las fuerzas productivas? (Suena a marxismo, pero siempre hubo alguna relación entre el cambio de las ideas y los cambios económicos, no?)
    Fraternalmente,
    Waldemar Vigo

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